jueves, 22 de septiembre de 2011

Bibliografía

Valoración de enfermería en patologías del aparato respiratorio (26/09/11)

Arias Pérez J, Aller Reyero MÁ, Arias Lázaro JI. En:Enfermería Médico-Quirúgica volumen I. Madrid; 2000


Para realizar la valoración de enfermería es un proceso que consta de observación del paciente, exploración física, recogida de información de éste y valoración de la información para poder identificar los problemas y así proceder a la realización de uno o varios diagnósticos de enfermería. Además, es necesario recoger datos de la historia familiar y clínica, y del motivo de la consulta.

En el caso de la valoración de patologías del aparato respiratorio, se debe hacer una primera valoración general en la que se tiene en cuenta la presencia de ciertos signos observables mediante la exploración física. La exploración del tórax debe realizarse con el paciente de pie o sentado en posición erecta: percusión, palpación, inspección y auscultación
Un punto muy importante de la valoración de enfermedades del aparato respiratorio es la frecuencia y ritmo respiratorio. La frecuencia normal está entre 12-20 respiraciones por minuto.
Si observamos los movimientos respiratorios del paciente podemos confirmar la existencia de disnea. En un paciente con disnea hay problemas para expandir el tórax durante la inspiración.
Mediante la auscultación comprobamos los ruidos respiratorios que se pueden escuchar en situación normal: ruido vesicular; ruidos bronquiales y traqueales; y ruidos broncovesiculares. Cualquier ruido distinto a éstos puede ser anormal como, por ejemplo, el estridor; que es el ruido inspiratorio producido por la obstrucción de las vías aéreas superiores y que se escucha sin necesidad de auscultación.
Debemos preguntar al paciente si tiene tos, la duración e intensidad de ésta y si se acompaña o no de expectoración; la cual nos puede ayudar, a su vez, a conocer más datos sobre los posibles problemas.

Hay otros datos objetivos respiratorios y circulatorios a tener en cuenta:
 Datos objetivos:
        1.      Respiratorios
              ·         Profundidad de movimientos respiratorios
              ·         Sonidos respiratorios:
                       -Hiperresonancia a la percusión
                       -Matidez a la percusión (asociado a presencia de líquido)
                       -Murmullo vesicular disminuido
                       -Frémito vocal débil (vibración de las paredes torácicas que se percibe al hablar)
        2.      Circulatorios
              ·        Pulso: rápido y débil
              ·        Tensión arterial: la habitual y la actual (hipotensión o hipertensión)
              ·        Aspecto de la piel
                       -Palidez
                       -Diaforesis (excesiva sudoración)
                       -Cianosis (aspecto azulado)
              ·         Cuantificación de pérdidas de sangre


Mecanismos de defensa del organismo. Infección e inflamacion (03/10/11)
Pocock G., Richards C.D. Defensa frente a infecciones:inflamación e inmunidad. En: Fisiologia humana: la base de la medicina. 2ª edición. Barcelon: Masson; 2005.
Guyton A.C., Hall J.E. Tratado de fisiología médica. 11ª edición. Madrid. Elsevier España.2006. p. 429,440.
üHe escogido esta bibliografía porque me parece que es sencillo y claro para poder resumir los mecanismos de defensa del organismo.
Nuestro organismo está expuesto continuamente a virus, bacterias, hongos, etc., muchos de los cuales se encuentran en el aparato digestivo, las vías urinarias, membranas oculares y vías respiratorias, por ejemplo. Muchos de estos microorganismos pueden causar anomalías fisiológicas e incluso la muerte si invaden los tejidos más profundos. Para defendernos de todo organismo infeccioso, el sistema inmunitario pone en marcha la respuesta inmune.
La respuesta inmune engloba un conjunto de mecanismos específicos e inespecíficos que tienden a mantener la integridad estructural y funcional del organismo, sobre todo frente a la agresión de microorganismos patógenos. Ésta puede ser de dos tipo: inespecífica y específica.                                       La respuesta inespecífica es también llamada inmunidad innata y es independiente de la naturaleza del agente agresor y del contacto previo. Esta respuesta incluye acciones de fagocitosis, citotoxicidad mediada por NK e inflamación.
La respuesta específica reconoce a los antígenos que ya han estado en contacto con el organismo y realiza funciones de presentación del antígeno, reconocimiento de éste por linfocitos T o B específicos, activación y proliferación de linfocitos T o B específicos.
Cuando se produce una lesión tisular, ya sea debida a bacterias, traumatismos, sustancias químicas, calor o cualquier otro motivo, los tejidos lesionados liberan una serie de sustancias que dan lugar cambios en los tejidos circundantes. Estos cambios tisulares se conocen como inflamación.
La inflamación se caracteriza por la aparición en la zona afectada de calor, rubor, tumor y dolor. Estos cuatro signos son consecuencia de la vasodilatación de los vasos sanguíneos locales que produce un aumento del flujo sanguíneo de la zona; un aumento de la permeabilidad de los capilares lo que produce una extravasación de plasma a los espacios intersticiales. Algunos de los productos responsables de estas reacciones son histamina, brandicina, serotonina y prostaglandinas.                                                                             La intensidad del proceso inflamatorio suele ser proporcional al grado de lesión tisular.
La consecuencia mas frecuente de un proceso infeccioso es un aumento de la temperatura corporal normal o fiebre. Puede estar causada por la propia bacteria o bien por el propio sistema inmune; por tanto, la fiebre forma parte de la defensa organismo frente a los microorganismos infecciosos.
 
Traumatismos, heridas, contusiones  (10/10/11)

Chocarro González L, Venturini Medina C. Principios del cuidado de las heridas. Curas simples. En: Procedimientos y cuidados en enfermería Médico-Quirúrgica. Madrid: Elsevier; 2006. p. 85

Guillamet Lloveras A, Jerez Hernández JM. Heridas. En:Enfermería quirúrgica. Planes de cuidados. Barcelona: Springer; 1999. p. 126-129

v He elegido esta bibliografía porque explicaban de forma general los conceptos de traumatismo, herida y contusión.

Un traumatismo es una lesión producida por un agente físico, químico o mecánico. Si ésta lesión es cerrado, y no implica daños en la piel se denomina contusión; mientras que si es abierta se denomina herida. Por tanto, se puede definir una herida como la presencia una solución de continuidad en la piel y/o mucosas.                                                                                                           
Los síntomas comunes a todas las heridas son dolor, hemorragia y separación de bordes.
Las heridas pueden ser causadas de forma intencionada, por cirugía y punciones venosas; o accidental. En el caso de las intencionadas se trata de heridas asépticas puesto que son realizadas en las mejores condiciones y tienen menos riesgo de infección microbiana. Todas aquellas heridas que no sean intencionadas se consideran infectadas.

Clasificación de las heridas

·         Incisa. Es una herida limpia con bordes regulares; producida normalmente por objetos cortantes afilados. Suelen ser provocadas por arma blanca, cristales o cirugía.

·         Contusa. Es una herida con bordes irregulares, aplastamiento y modificación del tejido. Normalmente es causada por el impacto de un objeto contundente que produce además contusión y/o aplastamiento. Son poco hemorrágicas.

·         Incisocontusa. Lesión con bordes irregulares y gran contusión. Es la herida más frecuente en traumatismos con objetos cortantes no muy afilados.

·         Punzante. Normalmente causada por objetos puntiagudos. Aunque el orificio de entrada puede ser pequeño, afecta a tejidos profundos. Se consideran contaminadas y con gran riesgo de infección por anaerobios.

·         Perforante. Afectan a cavidades sin afectar las vísceras y los órganos.

·         Avulsiones o en colgajo. Presentan desplazamiento de la piel y, a veces, del tejido subyacente. Con superficie irregular y poco sangrante, pueden ser completas, con desprendimiento de los tejidos afectados; o incompletas, queda un pedículo que une la piel desprendida a el resto.

·         Abrasiones. Es una herida provocada por roce o fricción. Puede afectar al tejido superficial, erosión; o levantamiento de la dermis, excoriación. Tienen gran posibilidad de contaminación y pérdida de sustancia.

·         Laceración. Desgarro de la piel con grandes lesiones, incluso pérdida de sustancia. Tiene alto riesgo de contaminación.
 
Ø Heridas especiales

o   Úlceras. Son pérdidas de sustancia por isquemia y posterior necrosis de la piel. Pueden afectar solo al epitelio o a estructuras más profundas.

o   Heridas por asta de toro. Son heridas contusas con zonas de laceración. El orificio de salida suele ser más pequeño que el de entrada.

o   Heridas por mordedura. Causadas normalmente por desgarros en la piel, pero de mayor profundidad que las producidas por arrancamiento. Pueden seccionar partes del cuerpo y tienen alto riesgo de infección, ya sean causadas por animales o por el hombre.

o   Heridas por armas de fuego. Tienen normalmente un orificio de entrada y de salida, si el proyectil no ha quedado alojado en el organismo. El orificio suele ser redondeado y de calibre menor al de la bala; aunque en los disparos efectuados a corta distancia los orificios son mayores produciéndose quemaduras, manchas de humo y tatuaje de pólvora.



TUMORES (17/10/11)
Rubin P. Situación del problema oncológico clínico. En:Oncología clínica.8ª ed..Madrid: Elsevier; 2003. p.15-18
https://www.aecc.es/SobreElCancer/elcancer/Paginas/¿Quéeselcáncer.aspx

Ø  He elegido esta bibliografía porque trataba todos los aspectos de los tumores; aunque algunos puntos no están explicados con claridad, por lo que también he consultado esta página web.

Se denomina tumor a una proliferación incontrolada de células. Cuando las células que constituyen el tumor no tienen capacidad de invadir y destruir otros órganos, hablamos de tumores benignos. Pero cuando son capaces de crecer sin control, invadir tejidos y órganos (infiltración); y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis), estamos ante un tumor maligno. Éste tipo de tumor es lo que denominamos cáncer.
La etiología del cáncer es múltiple y puede deberse tanto a factores exógenos como endógenos (genética). Existen cánceres inducidos por medicamentos; por ejemplo los fármacos hormonales (como los que contienen estrógeno). Ésta es una cuestión relevante, ya que se puede inducir una segunda neoplasia secundaria al tratamiento de la primera. Otra causa importante son los carcinógenos ambientales y los químicos industriales; las radiaciones y diversos mecanismos víricos e inmunológicos. El factor que quizás tiene más relevancia en los últimos años es el estilo de vida. El consumo de tabaco y alcohol son los principales causantes del cáncer de pulmón y de neoplasias del tracto aerodigestivo superior. El tipo de alimentación también puede influir en la aparición de ciertos tipos de neoplasias como las de colon y próstata (carnes rojas y grasas saturadas).
Cualquier cambio en las funciones fisiológicas normales que se mantiene en el tiempo debe ser objeto de estudio para descartar o confirmar la existencia de una neoplasia. Los signos típicos que hay que estudiar son la presencia de un nódulo o bulto en cualquier parte del cuerpo, sobre todo si es indoloro o cambia de tamaño. Aunque existen neoplasias en las que no aparece un tumor, como en las leucemias; en las que las células crecen e invaden la médula ósea y con el tiempo salen al exterior invadiendo la sangre y los órganos.
La clasificación de los tumores se puede hacer por varios criterios; pero el más claro es la clasificación TNM. Dentro de ésta podemos encontrar la Clasificación anatómica por estadios.
·         T. Tumor primario
-T0: sin evidencia de tumor primario.
-T1, T2, T3, T4: hay evidencia de la existencia del tumor. Se refieren al    tamaño y la extensión del tumor primario.

·         N. Ganglios linfáticos regionales
-N0: sin evidencia de afectación de ganglios linfáticos.
-N1, N2, N3, N4: afectación de los ganglios linfáticos. Número y extensión de la diseminación.

·         M. Metástasis
-M0: sin evidencia de metástasis.
-M1, M2, M3: metástasis a distancia. En diferentes grados.


El paciente terminal (04/11/2011)
Bucher L., Giddens J.F., O’brien P., Lewis S. En: Enfermería medicoquirúgica: valoración y cuidados de problemas clínicos. 6ªEd. Madrid: Elsevier; 2004. p.167  
Sanmartín Moreira J. En: Guías clínicas de cuidados paliativos. Madrid: Arán; 2007. p.105-107

Ø  He elegido esta bibliografía porque explicaba los aspectos más importantes de los cuidados del paciente terminal.

Se define una enfermedad terminal como aquella en fase evolutiva e irreversible con síntomas múltiples, impacto emocional, pérdida de autonomía, con mucha escasa o nula capacidad de respuesta al tratamiento y con un pronóstico de vida limitado a semanas o meses, en un contexto de fragilidad progresiva.
La situación clínica de enfermedad terminal aparece tanto en pacientes con cáncer como en otros con enfermedades avanzadas no malignas; aunque la mayoría de los pacientes que son admitidos en unidades de cuidados paliativos (UCP) son oncológicos. Esto se debe a que los cuidados paliativos para enfermos no oncológicos tienen una serie de dificultades, como el hecho de que el pronóstico de muchas enfermedades avanzadas es incierto y difícil de predecir en algunos casos.
A las manifestaciones físicas que pueden aparecer por la propia enfermedad en fase terminal, se unen las manifestaciones psicosociales que se producen con la cercanía del final de la vida. La mayoría de los pacientes y de las familias intentan negarse a un diagnostico de enfermedad terminal y a aceptar que no existe curación posible. Es frecuente la necesidad de un periodo de tiempo para aceptar la muerte inminente y emitir respuestas emocionales. El paciente y la familia suelen sentirse asustados, impotentes y agotados. Es muy importante respetar en todo momento las decisiones del paciente y de su familia. Los pacientes necesitan un espacio de tiempo para reflexionar y aceptar la realidad. Las respuestas pueden ser lentas a causa del cansancio, la debilidad y la confusión.
El duelo es un aspecto importante a tener en cuenta. El duelo es la respuesta emocional y conductual frente a una pérdida. Se trata de una reacción emocional, necesaria para mantener el bienestar tanto emocional como físico. El duelo relacionado con la pérdida de un ser querido es una experiencia emocional compleja e intensa. El duelo se puede manifestar de muchas formas y la intensidad del duelo depende de la personalidad del individuo, los recursos de afrontamiento, etc. El proceso de resolución del duelo normal puede durar meses o años y puede pasar a llamarse duelo patológico cuando la intensidad del pesar no disminuye durante el primer año.


Alteraciones dermatológicas (07/11/2011)
Manzur J., Díaz Almeida J., Cortés M. Propedéutica dermatológica. En: Dermatología. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2002. P.7-8.
Ferrándiz C. Bases del diagnóstico dermatológico. En: Dermatología clínica.3ªEd. Barcelona: Elsevier; 2009. P.11-12.
Ø  He escogido estas dos bibliografías porque detallan de forma muy clara todos los aspectos de la valoración dermatológica.
El proceso de diagnóstico de las enfermedades de la piel la información se recoge a través de la anamnesis, de la exploración y, en ocasiones, de exploraciones complementarias.
La exploración física es el punto más importante, y de comprender el examen de la piel, las mucosas, el pelo y las uñas. Debe explorarse toda la superficie cutánea. Consta de inspección y la palpación. Para realizar la inspección es importante tener una buena iluminación, mejor si es natural. Hay que comenzar con un estudio topográfico, continuar con la morfología de las lesiones y después seguir con el examen del resto de la piel y anejos, la anamnesis y terminar con la exploración complementaria. La topografía permite conocer los sitios afectados; permite distinguir entre dermatosis generalizada, diseminada o localizada (tendrá una significación diferente en cada caso). La observación de las lesiones según su topografía permite apreciar si existe predilección por las zonas expuestas al sol o cubiertas. También puede conocerse la extensión y otras características útiles para el diagnóstico. Mediante la morfología se identificarán y analizarán las lesiones, las cuales deben ser observadas en conjunto, para apreciar placas húmedas, aspecto verrugoso, etc.; y después en detalle, para observar los caracteres de cada una de las lesiones, sean primarias, secundarias o asociadas; analizar su número, tamaño, forma, color, bordes, superficie, centro y consistencia. También es importante el estudio de la piel no afectada y los signos objetivos como costras hemáticas o huellas de rascado, que traducen prurito.
La anamnesis se divide en dos partes: una anamnesis específica dirigida a la enfermedad cutánea motivo de consulta, y otras más general, que dependerá de los hallazgos obtenidos en la anamnesis inicial y en la exploración.
Las exploraciones complementarias pueden realizarse para confirmar el diagnóstico sospechado o para obtener más información cuando no se puede realizar un diagnóstico a través de la anamnesis y la exploración física.











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