Raquel Perez Tobarra

Practicas
Práctica 2. Grupo 3- Cura de heridas

En esta práctica hemos aprendido el proceso que se debe seguir para curar una herida.
Antes de empezar a preparar el material, hay que prepararnos con gorro, bata, mascarilla (si fuese necesario) y lavarnos las manos hasta la mitad del antebrazo.
Colocamos el paño sobre la mesa desde la parte más alejada de ésta a la más próxima; y vamos abriendo las bolsas que contienen los materiales estériles que vamos a utilizar, pero siempre sin tocarlos, dejándolos caer sobre la mesa. Debemos preparar:
Ø Pinzas de Pean.
Ø Pinzas de Kocher.
Ø Pinzas de Adson.
Ø Gasas
Ø Suero, antiséptico.
Ø Apósitos.
Todos los materiales que no sean estériles (botellas con suero o antiséptico) no pueden estar sobre el paño donde se encuentran los materiales estériles.
Además, hay que preparar unas 5 ó 6 torundas con gasas ayudándonos de las pinzas de Kocher y de Adson.
El procedimiento que debemos seguir para realizar la cura es:
· Quitar el apósito. Podemos hacerlo sin guantes, siempre que no esté contaminado; o podemos ponérnoslos y cambiarlos por otros una vez que lo hayamos retirado, pero nunca debemos hacerlo con los guantes estériles que vamos a utilizar para la cura.
· Nos ponemos guantes estériles.
· Limpiamos con suero y torundas. Siempre del centro de la herida a los extremos y procurando no restregar ni presionar demasiado.
· Secamos la herida con torundas.
· Ponemos antiséptico. No hay que poner en exceso para dejar respirar la herida.
· Ponemos un apósito limpio y despedimos al paciente.
Siempre después de una cura hay que recoger todo el material y desechar el que ya no se pueda esterilizar en su contenedor correspondiente.
Esta práctica ha sido realizada por Raquel Perez, Virginia Conejero y Ana Maria Martinez.
Bibliografias
Valoración de enfermería en patologías del aparato respiratorio (26/09/11)

Palma MD, Veras M. Asistencia de enfermería en las técnicas diagnósticas más frecuentes en patología del aparato respiratorio. En: Enfermería Médico-Quirúgica volumen I. Madrid: Tebar; 2000: 13-16
  • he elegido esta bibliografia porque explicaba la valoración en general del aparato respiratorio bien estructurada y de una forma sencilla de entender.
Para realizar la valoración de enfermería es un proceso que consta de observación del paciente, exploración física, recogida de información de éste y valoración de la información para poder identificar los problemas y así proceder a la realización de uno o varios diagnósticos de enfermería. Además, es necesario recoger datos de la historia familiar y clínica, y del motivo de la consulta.
En el caso de la valoración de patologías del aparato respiratorio, se debe hacer una primera valoración general en la que se tiene en cuenta la presencia de ciertos signos observables mediante la exploración física. La exploración del tórax debe realizarse con el paciente de pie o sentado en posición erecta: percusión, palpación, inspección y auscultación
Un punto muy importante de la valoración de enfermedades del aparato respiratorio es la frecuencia y ritmo respiratorio. La frecuencia normal está entre 12-20 respiraciones por minuto.
Si observamos los movimientos respiratorios del paciente podemos confirmar la existencia de disnea. En un paciente con disnea hay problemas para expandir el tórax durante la inspiración.
Mediante la auscultación comprobamos los ruidos respiratorios que se pueden escuchar en situación normal: ruido vesicular; ruidos bronquiales y traqueales; y ruidos broncovesiculares. Cualquier ruido distinto a éstos puede ser anormal como, por ejemplo, el estridor; que es el ruido inspiratorio producido por la obstrucción de las vías aéreas superiores y que se escucha sin necesidad de auscultación.
Debemos preguntar al paciente si tiene tos, la duración e intensidad de ésta y si se acompaña o no de expectoración; la cual nos puede ayudar, a su vez, a conocer más datos sobre los posibles problemas.

Hay otros datos objetivos respiratorios y circulatorios a tener en cuenta:
Datos objetivos:
1. Respiratorios
· Profundidad de movimientos respiratorios
· Sonidos respiratorios:
-Hiperresonancia a la percusión
-Matidez a la percusión (asociado a presencia de líquido)
-Murmullo vesicular disminuido
-Frémito vocal débil (vibración de las paredes torácicas que se percibe al hablar)
2. Circulatorios
· Pulso: rápido y débil
· Tensión arterial: la habitual y la actual (hipotensión o hipertensión)
· Aspecto de la piel
-Palidez
-Diaforesis (excesiva sudoración)
-Cianosis (aspecto azulado)
· Cuantificación de pérdidas de sangre

Mecanismos de defensa del organismo. Infección e inflamacion (03/10/11)
Pocock G, Richards CD. Fisiologia humana: la base de la medicina. 2ª edición. Barcelona: Masson; 2005.
Guyton AC, Hall JE. Tratado de fisiología médica. 11ª edición. Madrid: Elsevier España; 2006: 429,440.


üHe escogido esta bibliografía porque me parece que es sencillo y claro para poder resumir los mecanismos de defensa del organismo.
Nuestro organismo está expuesto continuamente a virus, bacterias, hongos, etc., muchos de los cuales se encuentran en el aparato digestivo, las vías urinarias, membranas oculares y vías respiratorias, por ejemplo. Muchos de estos microorganismos pueden causar anomalías fisiológicas e incluso la muerte si invaden los tejidos más profundos. Para defendernos de todo organismo infeccioso, el sistema inmunitario pone en marcha la respuesta inmune.
La respuesta inmune engloba un conjunto de mecanismos específicos e inespecíficos que tienden a mantener la integridad estructural y funcional del organismo, sobre todo frente a la agresión de microorganismos patógenos. Ésta puede ser de dos tipo: inespecífica y específica. La respuesta inespecífica es también llamada inmunidad innata y es independiente de la naturaleza del agente agresor y del contacto previo. Esta respuesta incluye acciones de fagocitosis, citotoxicidad mediada por NK e inflamación.
La respuesta específica reconoce a los antígenos que ya han estado en contacto con el organismo y realiza funciones de presentación del antígeno, reconocimiento de éste por linfocitos T o B específicos, activación y proliferación de linfocitos T o B específicos.
Cuando se produce una lesión tisular, ya sea debida a bacterias, traumatismos, sustancias químicas, calor o cualquier otro motivo, los tejidos lesionados liberan una serie de sustancias que dan lugar cambios en los tejidos circundantes. Estos cambios tisulares se conocen como inflamación.
La inflamación se caracteriza por la aparición en la zona afectada de calor, rubor, tumor y dolor. Estos cuatro signos son consecuencia de la vasodilatación de los vasos sanguíneos locales que produce un aumento del flujo sanguíneo de la zona; un aumento de la permeabilidad de los capilares lo que produce una extravasación de plasma a los espacios intersticiales. Algunos de los productos responsables de estas reacciones son histamina, brandicina, serotonina y prostaglandinas. La intensidad del proceso inflamatorio suele ser proporcional al grado de lesión tisular.
La consecuencia mas frecuente de un proceso infeccioso es un aumento de la temperatura corporal normal o fiebre. Puede estar causada por la propia bacteria o bien por el propio sistema inmune; por tanto, la fiebre forma parte de la defensa organismo frente a los microorganismos infecciosos.
Traumatismos, heridas, contusiones (10/10/11)
Chocarro González L, Venturini Medina C. Procedimientos y cuidados en enfermería Médico-Quirúrgica. Madrid: Elsevier; 2006: 85
Jerez Hernández JM, Osorio D. Heridas. En: Guillamet Lloveras A, Jerez Hernández JM. Enfermería quirúrgica. Planes de cuidados. Barcelona: Springer; 1999: 126-129
v He elegido esta bibliografía porque explicaban de forma general los conceptos de traumatismo, herida y contusión.
Un traumatismo es una lesión producida por un agente físico, químico o mecánico. Si ésta lesión es cerrado, y no implica daños en la piel se denomina contusión; mientras que si es abierta se denomina herida. Por tanto, se puede definir una herida como la presencia una solución de continuidad en la piel y/o mucosas.
Los síntomas comunes a todas las heridas son dolor, hemorragia y separación de bordes.
Las heridas pueden ser causadas de forma intencionada, por cirugía y punciones venosas; o accidental. En el caso de las intencionadas se trata de heridas asépticas puesto que son realizadas en las mejores condiciones y tienen menos riesgo de infección microbiana. Todas aquellas heridas que no sean intencionadas se consideran infectadas.
Clasificación de las heridas
· Incisa. Es una herida limpia con bordes regulares; producida normalmente por objetos cortantes afilados. Suelen ser provocadas por arma blanca, cristales o cirugía.
· Contusa. Es una herida con bordes irregulares, aplastamiento y modificación del tejido. Normalmente es causada por el impacto de un objeto contundente que produce además contusión y/o aplastamiento. Son poco hemorrágicas.
· Incisocontusa. Lesión con bordes irregulares y gran contusión. Es la herida más frecuente en traumatismos con objetos cortantes no muy afilados.
· Punzante. Normalmente causada por objetos puntiagudos. Aunque el orificio de entrada puede ser pequeño, afecta a tejidos profundos. Se consideran contaminadas y con gran riesgo de infección por anaerobios.
· Perforante. Afectan a cavidades sin afectar las vísceras y los órganos.
· Avulsiones o en colgajo. Presentan desplazamiento de la piel y, a veces, del tejido subyacente. Con superficie irregular y poco sangrante, pueden ser completas, con desprendimiento de los tejidos afectados; o incompletas, queda un pedículo que une la piel desprendida a el resto.
· Abrasiones. Es una herida provocada por roce o fricción. Puede afectar al tejido superficial, erosión; o levantamiento de la dermis, excoriación. Tienen gran posibilidad de contaminación y pérdida de sustancia.
· Laceración. Desgarro de la piel con grandes lesiones, incluso pérdida de sustancia. Tiene alto riesgo de contaminación.
Ø Heridas especiales
o Úlceras. Son pérdidas de sustancia por isquemia y posterior necrosis de la piel. Pueden afectar solo al epitelio o a estructuras más profundas.
o Heridas por asta de toro. Son heridas contusas con zonas de laceración. El orificio de salida suele ser más pequeño que el de entrada.
o Heridas por mordedura. Causadas normalmente por desgarros en la piel, pero de mayor profundidad que las producidas por arrancamiento. Pueden seccionar partes del cuerpo y tienen alto riesgo de infección, ya sean causadas por animales o por el hombre.
o Heridas por armas de fuego. Tienen normalmente un orificio de entrada y de salida, si el proyectil no ha quedado alojado en el organismo. El orificio suele ser redondeado y de calibre menor al de la bala; aunque en los disparos efectuados a corta distancia los orificios son mayores produciéndose quemaduras, manchas de humo y tatuaje de pólvora.

TUMORES (17/10/11)
Rubin P. Oncología clínica.8ª ed..Madrid: Elsevier; 2003: 15-18
https://www.aecc.es/SobreElCancer/elcancer/Paginas/¿Quéeselcáncer.aspx

Ø He elegido esta bibliografía porque trataba todos los aspectos de los tumores; aunque algunos puntos no están explicados con claridad, por lo que también he consultado esta página web.

Se denomina tumor a una proliferación incontrolada de células. Cuando las células que constituyen el tumor no tienen capacidad de invadir y destruir otros órganos, hablamos de tumores benignos. Pero cuando son capaces de crecer sin control, invadir tejidos y órganos (infiltración); y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis), estamos ante un tumor maligno. Éste tipo de tumor es lo que denominamos cáncer.
La etiología del cáncer es múltiple y puede deberse tanto a factores exógenos como endógenos (genética). Existen cánceres inducidos por medicamentos; por ejemplo los fármacos hormonales (como los que contienen estrógeno). Ésta es una cuestión relevante, ya que se puede inducir una segunda neoplasia secundaria al tratamiento de la primera. Otra causa importante son los carcinógenos ambientales y los químicos industriales; las radiaciones y diversos mecanismos víricos e inmunológicos. El factor que quizás tiene más relevancia en los últimos años es el estilo de vida. El consumo de tabaco y alcohol son los principales causantes del cáncer de pulmón y de neoplasias del tracto aerodigestivo superior. El tipo de alimentación también puede influir en la aparición de ciertos tipos de neoplasias como las de colon y próstata (carnes rojas y grasas saturadas).
Cualquier cambio en las funciones fisiológicas normales que se mantiene en el tiempo debe ser objeto de estudio para descartar o confirmar la existencia de una neoplasia. Los signos típicos que hay que estudiar son la presencia de un nódulo o bulto en cualquier parte del cuerpo, sobre todo si es indoloro o cambia de tamaño. Aunque existen neoplasias en las que no aparece un tumor, como en las leucemias; en las que las células crecen e invaden la médula ósea y con el tiempo salen al exterior invadiendo la sangre y los órganos.
La clasificación de los tumores se puede hacer por varios criterios; pero el más claro es la clasificación TNM. Dentro de ésta podemos encontrar la Clasificación anatómica por estadios.
· T. Tumor primario
-T0: sin evidencia de tumor primario.
-T1, T2, T3, T4: hay evidencia de la existencia del tumor. Se refieren al tamaño y la extensión del tumor primario.

· N. Ganglios linfáticos regionales
-N0: sin evidencia de afectación de ganglios linfáticos.
-N1, N2, N3, N4: afectación de los ganglios linfáticos. Número y extensión de la diseminación.

· M. Metástasis
-M0: sin evidencia de metástasis.
-M1, M2, M3: metástasis a distancia. En diferentes grados.


El paciente terminal (04/11/2011)
Staats C, Pollard K, Brown C. Cuidados terminales. En: Bucher L., Giddens J.F., O’brien P., Lewis S. Enfermería medicoquirúgica: valoración y cuidados de problemas clínicos. 6ªEd. Madrid: Elsevier; 2004: 167

Navarro JR, Botella JJ. Cuidados paliativos no oncológicos. Enfermedad terminal y factores pronósticos. En: Sanmartín Moreira J. Guías clínicas de cuidados paliativos. Madrid: Arán; 2007: 105-107

Ø He elegido esta bibliografía porque explicaba los aspectos más importantes de los cuidados del paciente terminal.

Se define una enfermedad terminal como aquella en fase evolutiva e irreversible con síntomas múltiples, impacto emocional, pérdida de autonomía, con mucha escasa o nula capacidad de respuesta al tratamiento y con un pronóstico de vida limitado a semanas o meses, en un contexto de fragilidad progresiva.
La situación clínica de enfermedad terminal aparece tanto en pacientes con cáncer como en otros con enfermedades avanzadas no malignas; aunque la mayoría de los pacientes que son admitidos en unidades de cuidados paliativos (UCP) son oncológicos. Esto se debe a que los cuidados paliativos para enfermos no oncológicos tienen una serie de dificultades, como el hecho de que el pronóstico de muchas enfermedades avanzadas es incierto y difícil de predecir en algunos casos.
A las manifestaciones físicas que pueden aparecer por la propia enfermedad en fase terminal, se unen las manifestaciones psicosociales que se producen con la cercanía del final de la vida. La mayoría de los pacientes y de las familias intentan negarse a un diagnostico de enfermedad terminal y a aceptar que no existe curación posible. Es frecuente la necesidad de un periodo de tiempo para aceptar la muerte inminente y emitir respuestas emocionales. El paciente y la familia suelen sentirse asustados, impotentes y agotados. Es muy importante respetar en todo momento las decisiones del paciente y de su familia. Los pacientes necesitan un espacio de tiempo para reflexionar y aceptar la realidad. Las respuestas pueden ser lentas a causa del cansancio, la debilidad y la confusión.
El duelo es un aspecto importante a tener en cuenta. El duelo es la respuesta emocional y conductual frente a una pérdida. Se trata de una reacción emocional, necesaria para mantener el bienestar tanto emocional como físico. El duelo relacionado con la pérdida de un ser querido es una experiencia emocional compleja e intensa. El duelo se puede manifestar de muchas formas y la intensidad del duelo depende de la personalidad del individuo, los recursos de afrontamiento, etc. El proceso de resolución del duelo normal puede durar meses o años y puede pasar a llamarse duelo patológico cuando la intensidad del pesar no disminuye durante el primer año.





Alteraciones dermatológicas (07/11/2011)
Pastrana F. Propedéutica dermatológica. En: Manzur J., Díaz Almeida J., Cortés M. Dermatología. La Habana: Editorial Ciencias Médicas; 2002: 7-8.
Ribera M. Bases del diagnóstico dermatológico. En: Ferrándiz C. Dermatología clínica.3ªEd. Barcelona: Elsevier; 2009: 11-12.
Ø He escogido estas dos bibliografías porque detallan de forma muy clara todos los aspectos de la valoración dermatológica.
El proceso de diagnóstico de las enfermedades de la piel la información se recoge a través de la anamnesis, de la exploración y, en ocasiones, de exploraciones complementarias.
La exploración física es el punto más importante, y de comprender el examen de la piel, las mucosas, el pelo y las uñas. Debe explorarse toda la superficie cutánea. Consta de inspección y la palpación. Para realizar la inspección es importante tener una buena iluminación, mejor si es natural. Hay que comenzar con un estudio topográfico, continuar con la morfología de las lesiones y después seguir con el examen del resto de la piel y anejos, la anamnesis y terminar con la exploración complementaria. La topografía permite conocer los sitios afectados; permite distinguir entre dermatosis generalizada, diseminada o localizada (tendrá una significación diferente en cada caso). La observación de las lesiones según su topografía permite apreciar si existe predilección por las zonas expuestas al sol o cubiertas. También puede conocerse la extensión y otras características útiles para el diagnóstico. Mediante la morfología se identificarán y analizarán las lesiones, las cuales deben ser observadas en conjunto, para apreciar placas húmedas, aspecto verrugoso, etc.; y después en detalle, para observar los caracteres de cada una de las lesiones, sean primarias, secundarias o asociadas; analizar su número, tamaño, forma, color, bordes, superficie, centro y consistencia. También es importante el estudio de la piel no afectada y los signos objetivos como costras hemáticas o huellas de rascado, que traducen prurito.
La anamnesis se divide en dos partes: una anamnesis específica dirigida a la enfermedad cutánea motivo de consulta, y otras más general, que dependerá de los hallazgos obtenidos en la anamnesis inicial y en la exploración.
Las exploraciones complementarias pueden realizarse para confirmar el diagnóstico sospechado o para obtener más información cuando no se puede realizar un diagnóstico a través de la anamnesis y la exploración física.



Quemaduras (14/11/2011)
Novel G, Navarro V. Enfermería médico-quirúrgica: necesidad de comunicación y seguridad. Barcelona: Masson; 2005: 109-111
Atención enfermera en urgencias y emergencias. [monografía en CD-ROM]. Fernández B, Morillo J. Madrid: Difusión avances de enfermería; 2004: 200-201.
Ø  He elegido esta bibliografía porque explicaba de forma clara y sencilla todos los puntos importantes sobre el tema de las quemaduras.
Se denomina quemadura a toda lesión de los tejidos producida por la acción del calor.
Las heridas por quemadura pueden presentar diferentes grados de deterioro celular después de la exposición a altas temperaturas. El calor es lesivo a partir de 45ºC. los factores que determinan las características de la lesión son intensidad del calor, tiempo de exposición y conductancia de los tejidos.
Las quemaduras se pueden clasificar según su profundidad y pueden ser de primer, segundo y tercer grado:
·         Quemaduras de primer grado: afectan a la capa más superficial de la piel, la epidermis, por lo que se mantiene la capacidad de regeneración cutánea. Se manifiesta con eritema o enrojecimiento de la piel, por la vasodilatación capilar y algo de inflamación. Curan de forma espontanea en unos días provocando una descamación del estrato córneo de la piel y dejando una pigmentación temporal.

·         Quemaduras de segundo grado: pueden ser superficiales o profundas. Las superficiales afectan a toda la epidermis y a la capa superficial de la dermis y se caracterizan por la formación de vesículas o flictenas, por el aumento de la permeabilidad vascular. Son muy dolorosas y curan espontáneamente por reepitelialización.

Las profundas afectan a la totalidad de la dermis. Su cicatrización es más lenta, si no se hacen injertos quedan cicatrices retráctiles. Son poco dolorosas porque se han destruido parte de las terminaciones nerviosas.

·         Quemaduras de tercer grado: afectan a todas las capas de la piel pudiendo llegar a afectar a estructuras subyacentes, músculos, nervios, vasos sanguíneos. No son dolorosas porque se han destruido todas las terminaciones nerviosas. Curan con cicatriz en el transcurso de meses.
Una de las formas de calcular la extensión de las quemaduras  es la “Regla de los 9” o de Wallace en la que la superficie corporal quemada se expresa mediante porcentajes. Esta regla presenta modificaciones en los niños.



VIH y SIDA (21/11/2011)
Sanz J, Val de Santos FJ, De los Santos I. Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En: Cliniguía.2ªEd. Eviscience; 2007:559-552
Ø  He escogido este libro por da una explicación muy extensa de la infección por VIH y de sus posteriores consecuencias como el SIDA.
El virus de la inmunodeficiencia humana(VIH) causa una infección crónica que causa una destrucción de linfocitos T y de sus receptores, los CD4; como consecuencia se produce una inmunosupresión progresiva cuyo estadio final es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida SIDA, definido como la aparición de una serie de enfermedades oportunistas secundarias a la destrucción del sistema inmunitario.
El VIH es un Retrovirus que se caracteriza porque su genoma está constituido por ARN  y es capaz de replicarse con ADN a través de la enzima transcriptasa inversa, que es capaz de copiar el ARN viral ADN provírico en el interior de la célula infectada.
Las vías de transmisión son:
§  Transmisión sexual. Las relaciones heterosexuales no protegidas con preservativo constituyen la principal vía de contagio del VIH. El contagio por relaciones homosexuales se produce casi exclusivamente entre los varones.
§  Transmisión parenteral. Se produce principalmente por uso de drogas por vía parenteral, aunque también por transfusión de sangre y por exposición parenteral accidental.
§  Transmisión materno-infantil.las madres infectadas pueden contagiar el VIH a sus hijos durante el embarazo y sobre todo durante el parto (2/3 de las transmisiones). También hay riesgo de infección durante la lactancia, aunque no ocurre en todos los casos.
§  VIH y personal sanitario. Este tipo de transmisión accidental es muy poco frecuente. La profilaxis postexposición con antirretrovirales reduce considerablemente el riesgo.
La enfermedad consta de tres fases:
La fase aguda (infección aguda) comprende desde el momento del contagio hasta que ocurre la seroconversión con la formación de anticuerpos anti-VIH (unas 4-12 semanas después del inicio de la infección); es sintomática en el 50% de los casos, la viremia plasmática es muy elevada.
La fase crónica (infección crónica) disminuye la viremia plasmática y se produce una infección crónica en la que el principal reservorio del VIH son los órganos linfoides. Esta fase coincide con el periodo de latencia clínica de la infección y el paciente suele estar asintomático. Puede durar entre 1 y 10 años.
La fase final o SIDA se caracteriza por una inmunodeficiencia grave, con recuento de linfocitos CD4 <200/mcL , aumento de la replicación y de la carga viral plasmática y destrucción del sistema inmunológico, con la consiguiente aparición de infección sintomática por VIH y de enfermedades oportunistas propias del SIDA.
En cada paciente se valorará si procede iniciar tratamiento antirretroviral (TARGA), si precisa profilaxis de infecciones oportunistas y el tratamiento de las enfermedades concominantes.





Cuestionarios


Cuestionario 1






1. ¿Qué es la enfermería médico-quirúrgica?
Es la parte de la enfermería que trata a los pacientes con trastornos fisiológicos que requieren tratamiento médico; y a pacientes con traumatismos o procesos urgentes y que requieren cirugía.
2. ¿Qué es un paciente médico?
Es aquel que tiene un trastorno fisiológico o está en riesgo de desarrollarlo, que necesita tratamiento medico, pero no quirúrgico .
3. ¿Qué es un paciente quirúrgico?
Es aquel que requiere cirugía y/o curas porque presenta un traumatismo o por un proceso urgente.
4. ¿En qué consiste el examen de la cabeza a los pies?
Es la exploración física que hace la enfermera de la cabeza a los pies; ya que no solo se debe explorar la zona donde se encuentra el problema fisiológico.
Cuestionario 2
1. Cita tres partes del examen de la cabeza a los pies.
Piel, ojos y extremidades.
2. Explica una de estas partes.
Para valorar la piel debemos comprobar la hidratación, la existencia de úlceras o lesiones, el color.
3. Menciona las formas de valoración que puedan realizarse sobre un paciente.
Por patrones funcionales, por necesidades

Cuestionario 3

1. Rutina postoperatoria.
Es una serie de actividades que se siguen en el postoperatorio de una intervención quirúrgica y que incluye control de constantes vitales, oxigenoterapia.

2. Cinco intervenciones en el preoperatorio.
Aprendizaje y educación sanitaria, intervenciones en relación a la nutrición, actividades derivadas de órdenes médicas, registros de enfermería, traslado del paciente al bloque quirúrgico.
3. Menciona las complicaciones potenciales del postoperatorio inmediato.
Complicaciones respiratorias, circulatorias, neurológicas, renales, hemorragias.







Cuestionario 4 (03/10/11)
1. Definición de traumatismo, herida y contusión.
Un traumatismo es una lesión de los tejidos por agentes químicos, físicos o mecánicos, generalmente externos.
Una herida es una solución de continuidad, normalmente de la piel u otros tejidos blandos causada por una agresión y con rotura de tejidos.
Una contusión es un daño en alguna parte del cuerpo que no causa herida y, por tanto, no hay rotura de tejidos.
2. Características clínicas de una herida.
Dolor, hemorragia y separación de bordes.
3. Diferencia entre fases y tipos de cicatrización.
Las fases de la cicatrización son las que sigue cualquier herida para la regeneración de estructuras y tejidos; y los tipos de cicatrización son las técnicas que se pueden seguir para ayudar a la cicatrización
Cuestionario 5 (28/10/2011)
1. ¿Qué es un paciente terminal?
Es aquel que presenta una enfermedad progresiva e incurable que avanza con falta de respuesta al tratamiento y con un pronóstico de vida inferior a seis meses.
2. ¿Qué son los cuidados paliativos?
Es la atención sanitaria que se le da a pacientes con una enfermedad terminal y que tienen como objetivo aliviar los síntomas como el dolor.
3. Síntomas del paciente terminal.
Dolor, anorexia, ulceras por presión, nauseas, disnea, etc.

Cuestionario 6 (30/11/2011)
1. Autoexamen y valoración de lesiones cutáneas.

El autoexamen consiste en observar la piel teniendo en cuenta la asimetría, la coloración, los bordes, la elevación y el diámetro.
La valoración consiste en la valoración de:
· Tamaño: 1 x 2 cm
· Forma: regular o irregular.
· Límites: neto o difuso.
· Situación: agrupada, confluyente o diseminada.
· Extensión: localizada o generalizada.



Trabajo de campo
Trabajo de campo- Cirrosis 1 (17/10/2011)
 Arias Díaz J. Cirrosis. Hipertensión portal. Tumores hepáticas. En: Arias Pérez J, Aller Reyero MA, Arias Lázaro JI. Enfermería Médico-Quirúrgica.Vol.2. Madrid: Tebar; 2000: 155-158.
ØHe escogido esta bibliografía porque de todas las que he consultado, es la que daba información más general sobre la cirrosis.
La cirrosis hepática es una patología que se caracteriza por la desaparición de la arquitectura histológica normal del hígado apareciendo en su lugar los hepatocitos dispuestos en forma de acúmulos celulares que forman los nódulos de regeneración.
Como consecuencia de estas alteraciones estructurales se produce distorsión de la vascularización hepática, que a su vez produce sufrimiento celular. Esto favorece la aparición Insuficiencia hepatocelular e hipertensión portal, dos fenómenos de gran importancia en el enfermo cirrótico.
La patogenia de la cirrosis consiste en un ciclo en el que el fenómeno más importante es la necrosis celular. En condiciones normales, a la necrosis de los hepatocitos le sigue la regeneración y restitución celular. Pero puede ocurrir que la necrosis se haya producido en una zona amplia o por un tiempo largo; es entonces cuando grupos de hepatocitos quedan rodeados por tejido necrótico, inflamado y dando lugar a nódulos de regeneración. La fibrosis y la inflamación dificultan la nutrición de los hepatocitos, lo que favorece la necrosis cerrándose el ciclo.
Etiología
·Alcohol. Es la causa más frecuente en nuestro medio. El riesgo de desarrollar cirrosis es directamente proporcional al cantidad de etanol consumida; aunque no todos los alcohólicos desarrollan cirrosis, ya que hay factores como la desnutrición que son importantes en la susceptibilidad a padecer cirrosis.

·Hepatitis vírica. Es la segunda causa importante de cirrosis en nuestro país. Ya que hay una alta tendencia a la cronicidad de la infección por el virus de la hepatitis C.

·Otras causas. La cirrosis puede se secundaria a otras patologías como hepatitis crónica autoinmune, insuficiencia cardíaca congestiva crónica, cirrosis biliar primaria o secundaria, enfermedades metabólicas, algunos fármacos y sustancias tóxicas.
La mayoría de los pacientes presentan signos cutáneos como telangiectasias o arañas vasculares, que son dilataciones vasculares cutáneas sobre todo en la zona de la vena cava superior; y lesiones hemorrágicas como petequias y gingivorragias en las fases más avanzadas. Además, la mayoría de los pacientes presentan problemas al metabolizar hormonas en el hígado.
La manifestación más grave es la encefalopatía hepática, expresión clínica de la insuficiencia hepatocelular. El resto de las manifestaciones se deben a la hipertensión portal, con las consecuencias de ascitis, esplenomegalia y desarrollo de circulación colateral.

Respecto al tratamiento, en pacientes con cirrosis alcohólica está demostrado el aumento de la supervivencia cuando dejan de beber. Se debe tener especial cuidado con la administración de ciertos medicamentos.

El tratamiento de elección es el trasplante hepático. Aunque en la práctica solo puede realizarse a un número limitado de casos por ser mayor el número de candidatos al trasplante que el de donantes.







Trabajo de campo- Cirrosis 2 (01/11/2011)
Botero R. Cirrosis hepática. En: Franco F, Sierra F. Fundamentos de medicina: Gastroenterología y hepatología.5ªEd. Medellín, Colombia: Corporación para Investigaciones Biológicas; 2004: 205-206

Serrano MP, Sousa JM. Soporte nutricional en la hepatología crónica y trasplante hepático. En: Luis DA, Bellido D, García PP. Dietoterapia, nutrición clínica y metabolismo. Madrid: Díaz santos; 2010: 232
Ø He escogido el primer libro porque se centraba en la clasificación de la cirrosis; mientras que el segundo abordaba de forma más clara la epidemiología de la enfermedad.
Es un proceso difuso caracterizado por fibrosis y la versión de la arquitectura hepática normal, en nódulos estructurales anormales. Para que exista cirrosis deben coexistir la fibrosis y los nódulos de forma difusa. Éstos son dos de los elementos fundamentales, junto con el proceso parenquimatoso difuso, de la cirrosis hepática. Si la necrosis comprende todo el acino y se activan los mecanismos de fibrogénesis se llega a la formación de tabiques fibrosos. La fibrosis hepática resulta del depósito de una serie de compuestos como proteoglicanos, glicoproteínas y, sobretodo, colágeno con la consiguiente alteración de su estructura tridimensional. El desarrollo del proceso depende de la actividad de los fibroblastos, de la extensión de la necrosis y de la suplencia vascular.

Para que se produzca la cirrosis, la causa determinante del proceso debe persistir durante meses o años. El proceso cirrótico es similar si el daño ha sido ocasionado por el alcohol, un virus o un proceso autoinmune. Inicialmente aparecen zonas confluentes de necrosis en la hepatitis viral aguda, hepatitis por drogas, hepatitis crónicas y hepatitis alcohólicas

La clasificación moderna de la cirrosis debe basarse en la etiología de la enfermedad. La clasificación antigua se divide en micronodular, macronodular y mixta, aunque se ha demostrado su poca utilidad en la clínica.

Desde el punto de vista clínico se utiliza los términos cirrosis compensada o inactiva, o cirrosis descompensada o activa. La primera es de tipo asintomático puede sospecharse por la presencia de telangiectasia o arañas vasculares, eritema palmar, edema en miembros inferiores hepatomegalia dura, lóbulo hepático izquierdo aumentado de tamaño y esplenomegalia. El perfil bioquímico hepático es normal o casi normal y solo puede establecerse con pruebas más sofisticadas de función hepática. En la cirrosis descompensada o activa los pacientes presentan síntomas y son pacientes delgados, desnutridos y con atrofia muscular severa. Algunos de los síntomas son ictericia (lo que indica un pronóstico muy malo), lesiones purpúreas en la piel de los antebrazos y regiones pretibiales, presión arterial baja, atrofia testicular y ginecomastia. Solo el trasplante hepático mejora la vida de estos pacientes.

No se conoce exactamente la prevalencia de la cirrosis en la población general. En nuestro medio las causas más frecuentes de cirrosis hepática son el alcohol y los virus de la hepatitis B y C. tan solo un 15% de las personas con alcoholismos desarrollan cirrosis. De los afectados de hepatitis C, evolucionan a cirrosis el 30%. Un 5-10% es de causa desconocida, denominándose cirrosis criptogénica.


Trabajo de campo- Cirrosis 3 (07/11/2011)
Dr. José Luis Lescano Castillo. Cirrosis hepática. [en línea]2009 [5 de noviembre de 2011];Disponible en:
Ø He elegido esta bibliografía porque es bastante actual y explica de forma más concreta la clasificación etiológica de la cirrosis hepática.
La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado, que consiste en un incremento del tejido fibroso y en aparición de nódulos, con la consiguiente alteración de la estructura hepática. Dicha alteración estructural unida a la disminución del número de hepatocitos conlleva a una perturbación del funcionamiento normal del hígado. Por tanto, se ve afectado el metabolismo de proteínas, glúcidos y lípidos, es decir, la digestión de los alimentos; el metabolismo de medicamentos y la síntesis de proteínas.
La cirrosis es una enfermedad grave, siendo el pronóstico distinto dependiendo de la fase de su evolución en la que se realice el diagnóstico. En pacientes con cirrosis compensada la probabilidad de vivir a los 10 años es del 50%; mientras que los pacientes con cirrosis descompensada tienen una probabilidad de morir del 70% al cabo de 3 años. De cualquier forma, el pronóstico se agrava cuando la cirrosis es alcohólica y el enfermo no deja de beber.
La causa más frecuente de cirrosis hepática en España, y en la mayoría de los países de nuestro entorno, es el consumo excesivo de alcohol; en nuestro país aproximadamente la mitad de los casos se deben a esta causa. La incidencia de cirrosis en un país está en relación directa con el consumo de alcohol en éste. También existen otras causas de importancia como:
· Hepatitis vírica crónica: el virus de la hepatitis C tiene una gran importancia en Europa y en EE.UU.; en España el 40% de los enfermos de cirrosis tienen el virus de la hepatitis C. La agresividad del virus sobre el hígado aumenta con el consumo excesivo de alcohol. La hepatitis B es causa frecuente de cirrosis en África y Asia.
· Cirrosis biliar primaria: es una enfermedad poco frecuente de mayor incidencia en mujeres. La causa de este tipo de cirrosis es el propio organismo, que ataca al hígado.

· Hepatitis autoinmune crónica activa: al igual que en la anterior es el organismo el que ataca a su propio hígado, pero en este caso es desencadenado por el sistema inmunitario. Es menos frecuente que la cirrosis biliar primaria.

· Medicamentos y compuestos químicos: hay muchos medicamentos que dañan el hígado; aunque existen algunos que lo dañan excesivamente, por lo que hay que administrarlos con precaución.
· Trastornos metabólicos y hereditarios: se trata de enfermedades que producen la acumulación de productos tóxicos en el hígado.


Trabajo de campo- Cirrosis 4 (22/11/2011)
Oto Cavero I, Sanz Moscusí M, Montiel Pastor M. Enfermería médico-quirúrgica. Necesidad de nutrición y eliminación. Barcelona: Masson; 2004: 130-131
Ø  He escogido esta bibliografía porque explica brevemente las técnicas básicas para el diagnóstico de la cirrosis hepática con una explicación clara de lo más importante sobre éstas.
Diagnóstico
Para la determinación diagnóstica de la cirrosis hepática se utilizan una serie de determinaciones analíticas y de pruebas complementarias.
En las determinaciones analíticas de los pacientes cirróticos se encuentran alteraciones en la bioquímica hepática como elevación de transaminasas (SGOT, SGPT), fosfatasas alcalinas y gammaglutamiltranspeptidasa, ésta última se eleva también en pacientes alcohólicos. También existe una disminución en las concentraciones plasmáticas de los factores de coagulación debido a que son sintetizadas por el hígado. Además, existen alteraciones en las proteínas manifestadas por hipoalbuminemia, hipergammaglobulinemia y aumento de las inmunoglobulinas (sobre todo IgG). Es bastante frecuente la aparición de anemia debida a las pérdidas ocultas, al déficit de ácido fólico o a la hemólisis. También puede acompañarse de trombocitopenia y leucocitopenia, alteraciones debidas a la esplenomegalia, que provoca que el bazo retire de forma precipitada las células de la circulación.
Cuando se sospecha que la causa de la cirrosis es una hepatitis vírica se deben realizar pruebas serológicas donde se determinarán los marcadores serológicos.
Las pruebas complementarias se realizan para la confirmación del diagnóstico, ya que las pruebas analíticas suelen ser poco concluyentes. Dicha confirmación se hace habitualmente mediante una biopsia hepática percutánea, aunque está contraindicada en pacientes con problemas de coagulación, en cuyo caso se intentará realizar una biopsia transyugular.
La ecografía permite observar la presencia de esplenomegalia, ascitis y de nódulos intrahepáticos. La tomografía computerizada (TC) tiene un valor limitado en el diagnóstico aunque permiten realizar una graduación de la intensidad.
Una vez realizado el diagnóstico, el seguimiento de la cirrosis hepática compensada incluye controles analíticos y ecográficos cada 6 meses para detectar la presencia de complicaciones como el hepatocarcinoma o la ascitis.