viernes, 30 de septiembre de 2011

Trabajo de Campo

CIRROSIS HEPÁTICA                             17/10/2011

Bibliografía: Barranco A. Enfermedades del hígado. En: Diagnóstico e intervención médica en enfermedades digestivas II. 1ºed. Madrid: CEP; 2010: 253-258-259

La cirrosis hepática es una enfermedad crónica caracterizada por fibrosis, desorganización de la estructura lobulillar y vascular, y nódulos de regeneración de los hepatocitos.Es el resultado de una enfermedad  hepática crónica que causa disfunción y cicatrización del hígado. Esto con frecuencia ocasiona muchas complicaciones, entre las que se pueden mencionar: acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), trastornos de sangrado (coagulopatía), aumento en la presión de los vasos sanguíneos del hígado (hipertensión portal) y confusión o cambio en el nivel de conciencia (encefalopatía hepática).
La cirrosis hepática se puede clasificar según criterios morfológicos, etiológicos o clínicos. Morfológicamente las cirrosis se han dividido, en relación con el tamaño de los nódulos de regeneración, en macronodulares, micronodulares y mixtas. En la cirrosis micronodular la mayoría de los nódulos tiene un diámetro inferior a 3 mm, mientras que en la macronodular los nódulos tienen un tamaño variable, pero siempre superior a 3 mm.
La cirrosis es ocasionada por la enfermedad hepática crónica. El alcoholismo prolongado y la infección de hepatitis C son algunas de las causas. Otras causas pueden ser hepatitis B o D, fármacos y toxinas, inflamación autoinmunitaria del hígado, trastornos en el sistema de drenaje del hígado (sistema biliar) y trastornos metabólicos de hierro y cobre (hemocromatosis y enf. De Wilson)…
En cuanto al pronóstico y tratamiento el cuadro de cirrosis se considera irreversible, aunque en algunos casos la fibrosis puede regresar. Su establecimiento no implica una progresión irremediable, ya que con el abordaje adecuado de la causa se puede llegar a detener su curso natural. Sin embargo esto no es posible en la mayoría de las ocasiones, por lo que el paciente cirrótico pasará de un estado en el que no han aparecido síntomas, a padecer una serie de acontecimientos que empeoraran su pronóstico. Básicamente hablamos de cirrosis descompensada cuando existen o han existido episodios de descompensación hidrópica, hemorragia digestiva secundaria a hipertensión portal, ascitis y sus complicaciones: síndrome hepato-renal, encefalopatía hepática o peritonitis bacteriana espontánea, lo que sucede en enfermos compensados.
v  He escogido este libro debido a que presenta la enfermedad con una estructura muy clara y diferenciada.




Cirrosis Hepática. Fisiopatología.                                    4/11/2011

Bibliografía: Brunner, Suddarth. Valoración y tratamientos de pacientes con trastornos hepáticos. En: Enfermería Médico-Quirúrgica. 10ª ed. México: Mc Graw Hill; 2007: 1213-1214.
La cirrosis es una enfermedad crónica. Las manifestaciones clínicas de esta enfermedad incluyen ictericia y fiebre intermitente. Al principio se observa hepatomegalia , endurecimiento de la piel e irregularidades del hígado, el cual, a la larga se atrofia.
El origen de la cirrosis se ha relacionado con muchos factores, pero el principal se considera el consumo de bebidas alcohólicas. El consumo de una dieta baja en proteínas, también se ha señalado como una de las causas de esta enfermedad. Sin embargo se ha visto que personas que ni consumen alcohol ni llevan este tipo de dieta, pueden desarrollar cirrosis. Existen otros factores como el contacto con sustancias químicas (tetracloruro de carbono, naftaleno clorado, arsénico o fosforo), o la esquitosomiasis infecciosa.
Resultan afectados el doble de hombres que de mujeres, si bien ellas corren un riesgo mayor de desarrollar hepatopatía inducida por el alcohol por alguna razón hasta el momento desconocida. La mayoría de los pacientes se encuentran entre los 40 y 60 años de edad.
La cirrosis alcohólica se caracteriza por episodios de necrosis de hepatocitos, que a veces  se repiten en el curso de la enfermedad. El tejido cicatrizal sustituye a los hepatocitos destruidos, cuya cantidad puede exceder con el tiempo a la del tejido hepático funcional. El padecimiento suele iniciarse en forma insidiosa y su evolución es muy lenta; no es raro que entre el inicio y la manifestación dure un  periodo de 30 años o más.
Los signos y síntomas de la cirrosis se hacen más graves a medida que la enfermedad avanza. La gravedad de las manifestaciones  permite categorizar el trastorno en dos presentaciones principales:
·         Cirrosis compensada: sus síntomas son menos graves y a menudo vagos. Entre estos podemos encontrar fiebre ligera intermitente, araña vascular, eritema palpar, hígado crecido y firme, dolor abdominal, esplenomegalia…

·         Cirrosis descompensada: resulta de la incapacidad del hígado para sintetizar proteínas, factores de coagulación  y otras sustancias, así como las manifestaciones de hipertensión portal. Los síntomas que podemos encontrar son ascitis, ictericia, debilidad, pérdida de peso, epistaxis, hipotensión, uñas blancas, púrpura (debido a reducción en el recuento plaquetario)…

v  He escogido este libro para abordar una parte de la cirrosis como es la fisiopatología  y sus manifestaciones clínicas, ya que lo expone de manera clara y concisa.




Cirrosis. Manifestaciones Clínicas                           7/11/2011

Bibliografía: Lewis, Heitkemper, Dirksen. Problemas del hígado, vías biliares y páncreas. En: Valoración y Cuidados de Problemas Clínicos Vol II. 6ª ed.  Madrid: Elsevier.; 2004. p .1146-1147-1148.

En la cirrosis podemos hablar de una sintomatología en la cual se producen síntomas primarios y síntomas tardíos.
·         Síntomas primarios: anorexia, nauseas, vómitos, flatulencia… Estos síntomas producen como resultado la alteración del metabolismo hepático de los hidratos de carbono, grasas y proteínas. Otros síntomas son dolor abdominal, fiebre, astenia, pérdida de peso…
·         Síntomas tardíos: pueden ser graves como consecuencia de la insuficiencia hepática y la hipertensión portal. La ictericia, edema periférico y ascitis. Otros síntomas tardíos son las lesiones cutáneas, trastornos hematológicos y endocrinos, y neuropatías periféricas.
v  Ictericia: es el resultado de la alteración funcional de los hepatocitos y la compresión de los conductos biliares provocados por el crecimiento excesivo del tejido conjuntivo. Es el resultado de la reducida capacidad para conjugar y excretar bilirrubina.
v  Lesiones cutáneas: La cirrosis aparece acompañada de diversos síntomas cutáneos. Las arañas vasculares son pequeños vasos sanguíneos dilatados y con ramificaciones. Aparecen en nariz, mejillas, cuello… El eritema palmar, una zona enrojecida que se vuelve blanca a la presión. Estos dos tipos de lesiones se atribuyen al incremento de estrógeno debido a la incapacidad del hígado de metabolizar hormonas esteroideas.
v  Problemas hematológicos: se encuentra la trombocitopenia, leucopenia, anemia y trastornos de la coagulación. Las tres primeras se deben a la esplenomegalia. Los problemas de coagulación son el resultado de la incapacidad del hígado de producir protombina y otros factores esenciales. Éstos se manifiestan con epístaxis, petequias, púrpura…
v  Trastornos endocrinos: En los hombres hablamos de ginecomastia, perdida del vello axilar y púbico, atrofia testicular e impotencia… En las mujeres jóvenes puede aparecer amenorrea, y en las de mayor edad hemorragia vaginal.
v  Neuropatía periférica: es un hallazgo en la cirrosis alcohólica. Debida a la deficiencia de tiamina, acido fólico y cobalamina.
v  Edema periférico: es el resultado de una reducción de la presión oncótica a causa de la alteración de la síntesis de albúmina. Aparece en el tobillo y sacro.
v  Ascitis: acumulación de líquido seroso en la cavidad perineal o abdominal. Es muy frecuente.

Ø  He escogido esta bibliografía, ya que me sirve para aplicarla al trabajo de campo, porque explica cada de los síntomas que se pueden producir en la cirrosis




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