jueves, 22 de septiembre de 2011

Bibliografía

 

Valoración en enfermería 26/09/2011

Rayón E. En: Manual de enfermería médico-quirúrgica. Madrid: Síntesis; 2002

Me he decantado por este libro porque explica la valoración del paciente con Alzheimer de una forma asequible para que toda la gente lo pueda entender.

La valoración es un proceso organizado y sistematizado, por el que se obtienen datos significativos sobre la persona, hábitos de vida y dificultades relacionadas con su estado de salud y bienestar, con la finalidad de detectar evidencias de funcionamiento anormal o factores de riesgo, que pueden y deban ser tratados con cuidados de enfermería. Comprende tres fases: recogida de datos, análisis y síntesis e identificación de respuestas.

En este caso vamos a examinar la valoración en un paciente con enfermedad de Alzheimer (AE). Esta enfermedad es un proceso cerebral orgánico, frecuente a partir de los 65 años, que origina cambios de conducta y personalidad.

Recogida de datos:
En la entrevista el paciente puede referir olvidos ocasionales que se han ido haciendo cada vez más frecuentes (pérdida de memoria) y que se manifiestan incluso con problemas para nombrar objetos de uso común por su nombre, inventando palabras nuevas y con un lenguaje pobre y mal utilizado (afasia). La familia y los que rodean al paciente han observado cierto abandono en su cuidado personal, también expresan que sufre una desorientación temporoespacial y modificaciones bruscas en el humor.
En la observación del enfermo podemos detectar varias conductas. Una es la dificultad para la interacción social manifestada por desinhibición y perdida de comunicación con su alrededor. Otra es el trastorno en el ritmo vigilia-sueño ya que el paciente duerme menos horas, siendo frecuentes los despertares nocturnos y el dormir durante el día. Además, podemos observar trastornos en el movimiento y la postura, sufriendo frecuentes tropiezos y caídas.
Análisis y síntesis:
Tiene tres partes: agrupar y clasificar en torno a una estructura previamente seleccionada, comparar los resultados con los estándares de calidad e identificar vacíos e incongruencias en la información recogida.
Identificación de respuestas:
Consiste en examinar qué esta alterado en los patrones de salud.




Mecanismos de defensa  03/10/2011

R. Carmena. M. Dalmau, M. Foz  Bases de la medicina interna. Etiología, fisiopatología y semiología. Barcelona: Ediciones Toray; 1987.

He elegido este libro por la claridad en sus contenidos, ya que va desde lo general hasta lo particular mostrando una gran variedad de ejemplos.  

La respuesta inmunitaria es un conjunto de mecanismos destinados a mantener la integridad del individuo frente a las agresiones externas, como las infecciones, o interiores, como la transformación neoplasia de las propias células. Todas las células inmunocompetentes derivan de las células de la medula ósea y órganos hematopoyéticos. La maduración de estas células se realiza en los órganos linfoides primarios, como el timo y la misma medula ósea, y se encuentran circulando en la sangre periférica y los órganos linfoides secundarios o periféricos, como los ganglios linfáticos y el bazo.
La infección es la enfermedad producida por la penetración de microbios patógenos en el organismo. Las infecciones se dividen en tres grupos: el primer grupo comprende aquellas infecciones en las que los microorganismos tienen mecanismos específicos para adherirse; en el segundo grupo, los microorganismos son introducidos en el huésped normal por la picadura de un artrópodo; el tercer grupo está constituido por las infecciones en las cuales los microorganismos no son capaces por si solos de infectar a un huésped sano, excepto en el caso de que existan lesiones en la superficie corporal o un defecto general del sistema defensivo.

Hay dos mecanismos de defensa frente a la infección: los específicos y los inespecíficos.
Entre los mecanismos inespecíficos se encuentran la barrera cutaneomucosa, la flora natural, la fagocitosis, el complemento y la inflamación. La fagocitosis constituye la función más importante y poderosa de la defensa del huésped frente a la infección.
Las células fagocíticas son el macrófago, el leucocito polimorfonuclear, monocito y linfocito. Varios microorganismos tienen propiedades que les protegen de la fagocitosis, los ejemplos clásicos incluyen las proteínas M del estreptococo y la capsula de polisacáridos del neumococo. La inflamación es una serie de complejos cambios dinámicos que acontecen en el área lesionada; muchos de ellos con intencionalidad defensiva y protectora, pero que a menudo producen una reacción exagerada que motiva lesión del propio organismo, dependiendo de la participación más o menos intensa de cada mecanismo del proceso inflamatorio.

Entre los mecanismos específicos está la inmunidad humoral y la inmunidad celular. La inmunidad humoral se caracteriza por la capacidad del organismo de originar una serie de anticuerpos (inmunoglobulinas) en respuesta a antígenos microbianos específicos. En la inmunidad celular intervienen las células B y T.
Podemos encontrar diferentes tipos de respuestas del huésped a la infección, como fiebre, cefalea, reacciones cutáneas o hipotensión y shock.



Traumatismos, heridas y contusiones 5/10/2011

Bibliografía de referencia:
-       López Corral JC. Tratado de enfermería médico-quirúrgica. Generalidades. Tomo I. 1ª Ed. Madrid: Luzán 5, SA de Ediciones; 1992: 103-110
Bibliografía complementaria:
-       Elías Rovira Gil. Urgencias en enfermería, 1ª Ed. Madrid: Ediciones DAE, 2000: 254
El primer libro hace hincapié en el tratamiento de las heridas, que son los conocimientos teóricos que tenemos que aprender para nuestra futura profesión y el segundo incluye los conceptos importantes.

Se entiende por traumatismo cualquier agresión que causa un daño en el organismo. Se reconocen dos tipos: contusión y herida.
En la contusión se dañan los tejidos internos dejando integra la piel, por tanto, sin hemorragia externa. Una herida es toda lesión traumática de la piel y/o mucosas con solución de continuidad de las mismas y afectación variable de estructuras adyacentes.
Ante un herido la conducta terapéutica ha de orientarse siguiendo un esquema predeterminado que irá en función de la gravedad de las lesiones. Es aquí donde la actuación del profesional de enfermería cobra especial importancia, debiendo mantener una actitud serena, organizada y eficaz. Se debe hacer una jerarquización de las lesiones estableciendo un tratamiento de urgencia y posteriormente uno definitivo.
En el primero se hará una valoración del herido y debiéndose tratar en primer lugar aquellos problemas que comprometan directamente la vida. Es muy importante mantener permeable la vía respiratoria y las funciones del sistema cardiocirculatorio.
El tratamiento definitivo es diferente según consideremos a la herida infectada o no.
La sistémica de tratamiento de las heridas no infectadas es: limpieza y aseptización de la herida, uso de anestesia local, rasurado y aseptización, cierre primario de las heridas, curas, evolución y seguimiento de la herida y profilaxis antitetánica. En este texto nos recomienda el rasurado a pesar de los microtraumatismos que provoca y pone como último paso la profilaxis antitetánica, aunque no es necesaria en todos los casos.
En las heridas infectadas se debe hacer: limpieza y aseptización de la herida, inmovilización y reposo de la herida, drenaje de colecciones purulentas, uso de anestésicos, antibioterapia, curas y evolución de la herida, reparación completa de la herida y profilaxis antitetánica. En el texto de referencia nos recomienda la antibioterapia, sin embargo hay posiciones que defienden el desbridamiento como alternativa.


Tumores 10/10/11

-Arias JI, Milla AI. En: Arias J, Aller MÁ, Arias JI, Aldamendi I. Enfermería Médico-Quirúrgica I. Madrid: Tébar; 2000: 436-449.
-Ignatavicius D. Bayne M.  Enfermería Médico-Quirúrgica. Planteamiento para mejorar el proceso de enfermería. Vol. I. México, D.F.: McGraw-Hill. Interamericana; 1995: 606-612

Estos textos aportan conceptos, porcentajes, técnicas y todo esto sin olvidar la psicología, de gran importancia en esta enfermedad, refiriéndose a la cognición.
El tumor se refiere al crecimiento histico caracterizado por proliferación celular descontrolada y progresiva. Puede ser localizado o invasivo, benigno o maligno.
El tumor benigno no invade los tejidos circundantes ni da metástasis a distancia, algunos tumores de este tipo son: adenoma, fibroma y lipoma.
El tumor maligno se caracteriza por invadir los tejidos circundantes, metastatizar a puntos distantes del organismo y contener células aplásicas. Los tumores malignos conducen a la muerte del paciente si no entran en remisión o son tratados. Entre los tumores malignos se encuentra el cáncer, este invade y destruye el tejido normal y trastorna su función fisiológica.
Cuando se valora una persona con riesgo de cáncer, los antecedentes personales y familiares son muy importantes. Por ejemplo, las hijas y hermanas de las mujeres que han tenido cáncer mamario tienen un alto riesgo para el padecimiento.
El protocolo para la identificación temprana de cáncer de mama en personas sin síntomas entre los 20 y los 40 años de edad consiste en: examen de la mama realizado por el médico cada tres años, autoexamen de la mama cada mes y mamografía basal entre 35 y 39 años.
El autoexamen ha constituido la parte más importante ya que hasta la llegada de los programas de búsqueda del cáncer de mama, en el 76% de los casos el descubrimiento ha sido accidental durante el aseo o la autoexploración.
En el tratamiento del cáncer de mama las técnicas actualmente en uso son la radical o la conservadora, según que se realice la resección de la mama, mastectomía, o una resección parcial de la misma, segmentectomia. La resección del tumor apenas si tiene indicaciones dado que los márgenes de la muestra pueden estar infiltrados.
El tratamiento, la hospitalización, seguimiento y limitaciones físicas o estéticas que conlleva, configuran un conjunto de factores que pueden convertirse en estresores dependiendo de la interpretación cognitiva, que finalmente determina la predisposición y respuestas a seguir.



El paciente terminal. Cuidados paliativos 4/11/2011

-A. Martín Zurro, J.F. Cano Pérez. Atención Primaria. Vol. II. 6ª Ed. Barcelona: Elsevier; 2008: 1753-1779.

He elegido este libro por su actualidad. Me ha resultado difícil seleccionar solo algunos aspectos debido a la importancia de todos ellos y a lo amplio que es este tema.

En la situación de enfermedad terminal concurren una serie de características que de forma genérica permiten identificarla y definirla como <una enfermedad avanzada en fase evolutiva e irreversible, que afecta a la autonomía y la calidad de vida (debido a síntomas, impacto emocional), con muy escasa o nula capacidad de respuesta al tratamiento especifico y con un pronostico de vida alrededor de 6 meses, en un contexto de fragilidad progresiva>. Esta definición me parece que esta bastante completa.
El termino cuidados paliativos tiene una historia relativamente reciente pero deriva del <Movimiento Hospice> británico de finales del siglo XIX. <Hospice> se utilizaba para las instituciones que cuidaban moribundos.
El primer objetivo de los cuidados paliativos es mejorar la calidad de vida y el bienestar tanto del paciente con enfermedad avanzada, activa y progresiva, como de sus familiares.
La familia constituye el núcleo fundamental del soporte al enfermo, y adquiere una relevancia especial en la atención domiciliaria, requiriendo medidas específicas de apoyo y educación.
Por otra parte, La calidad de vida y el bienestar de los pacientes pueden ser mejorados considerablemente mediante la aplicación de los conocimientos actuales de los cuidados paliativos, cuyos instrumentos básicos son: control de síntomas, soporte emocional y comunicación, cambios en la organización y un equipo interdisciplinario.
Respecto al control de síntomas hay que explicar sus causas y las medidas terapéuticas, farmacológicas o no, que se aplicaran, en términos que el paciente y la familia puedan comprender.
Los últimos días de la enfermedad se caracterizan por un deterioro muy importante del estado general indicador de una muerte inminente. En sus últimas horas de vida todos los pacientes requieren una atención específica y permanente por parte de profesionales y familiares, no cabe la improvisación.
La actuación del profesional dirigida a aumentar la capacidad de reparación del duelo familiar debe plantearse tanto previa como posteriormente a la muerte del paciente.



Valoración dermatológica 7/11/2011

Smeltzer S C, Bare B G Valoración de la función tegumentaria. En: Brunner y Suddarth. Enfermería Medico Quirúrgica II. 10º Ed. México DF: McGraw-Hill Interamericana; 2007: 1803-1808

Este libro nos explica los aspectos más importantes en la valoración del paciente con alteraciones dermatológicas también nos incluye algún aspecto que puede ser utilizado para otras valoraciones, como tener una temperatura agradable.

La piel es el más grande sistema organico del cuerpo, indispensable para la vida humana. Forma una barrera entre los órganos internos y el medio externo; además, participa en múltiples funciones vitales. Guarda continuidad con la mucosa de los orificios de los órganos de los aparatos digestivo, respiratorio y genitourinario que se abren al exterior.
Al atender a individuos con trastornos dermatológicos, la enfermera obtiene información importante a través de los antecedentes de salud y la observación directa.
Durante la entrevista para obtener los antecedentes de salud se debe interrogar al paciente sobre episodios personales o familiares de alergias cutáneas; reacciones alérgicas a medicamentos, alimentos o sustancias químicas; así como trastornos cutáneos anteriores y cáncer de la piel. También es conveniente conocer los nombres de cosméticos, jabones, champús u otros productos de higiene personal. Los antecedentes de salud incluyen información específica acerca del inicio de la enfermedad, sus signos y síntomas y la localización y duración de cualquier dolor, prurito, exantemas u otras incomodidades experimentadas por el sujeto.
La valoración de la piel incluye todas las superficies del cuerpo, mucosas y uñas. La piel refleja el estado general de salud de la persona y es frecuente que sus alteraciones correspondan a enfermedades de otros sistemas o aparatos. La inspección y la palpación son las técnicas principales de valoración de la piel, por lo que se requiere que la habitación este bien iluminada y a temperatura agradable. Se puede utilizar una lámpara en forma de pluma para iluminar las lesiones. Se desnuda al paciente por completo y se le coloca una bata apropiada. Durante la exploración de la piel se utilizan guantes y gorro si se palparan lesiones cutáneas. No obstante, es importante evitar que el paciente perciba que no puede ser tocado. El tocar las lesiones indica el nivel de aceptación del paciente.
 
 
Quemaduras  7/11/2011
Smeltzer S C, Bare B G. Tratamiento de pacientes con quemaduras. En: Brunner y Suddarth. Enfermería Medico Quirúrgica. Vol. II. 10ª Ed. México D.F.: McGraw-Hill Interamericana; 2007: 1871-1907
He elegido este texto porque me ha gustado mucho como explica las quemaduras, ya que abarca todos los aspectos interesantes en enfermería.

La enfermera que atiende a un individuo quemado necesita conocimientos de alto nivel sobre los cambios fisiológicos derivados de la quemadura, asi como perspicacia para la detección de cambios sutiles en el estado del paciente.
La incidencia de las quemaduras ha disminuido en los últimos decenios. El riesgo es particularmente elevado en niños pequeños y ancianos, pues en estos dos grupos de edad la piel es delgada y frágil, incluso un periodo limitado de contacto con una fuente de calor puede crear una quemadura de espesor total.
La tasa de supervivencia de victimas de quemaduras se ha incrementado grandemente gracias a los avances en investigación, y la mortalidad se ha reducido a cifras que nunca antes se hubieran considerado posible. La investigación en áreas como reanimación con líquidos, tratamiento de urgencia, tratamiento de lesiones por inhalación y cambios en la atención de las heridas con el desbridamiento y extirpación precoz han contribuido en gran medida a disminuir las muertes por quemaduras.
Son causadas por la transferencia de energía de una fuente de calor al cuerpo, ya sea por conducción o por radiación electromagnética. Las quemaduras se clasifican en térmicas, por radiación o químicas.
Las lesiones por quemadura también se clasifican según la profundidad de la lesión y el área de superficie dañada.
La atención de las quemaduras debe planearse de acuerdo a la profundidad de estas y la respuesta local, la extensión de la lesión y la presencia de una reacción generalizada sistémica, en cuyo caso, la atención de la quemadura pasa por tres fases:
-De urgencia o reanimación: la valoración de enfermería en la fase inicial se centra en las prioridades máximas para cualquier paciente con traumatismos. Se verifican con frecuencia los signos vitales y se vigila de cerca el estado respiratorio. Es una responsabilidad importante de la enfermera la vigilancia de las soluciones intravenosas.
-Fase de gravedad o intermedia: lo prioritario es prevenir infecciones, cuidar de la quemadura (es decir, limpieza de la herida, tratamiento antibacteriano tópico, apósitos y sus cambios, desbridamiento de la herida e injertos), tratar el dolor y dar apoyo nutricional.
-Fase de rehabilitación: el asesoramiento psicológico y vocacional, así como las referencias con grupos de apoyo, favorecen la recuperación y una mejor calidad de vida.

SIDA  14/11/2011
Smeltzer S C, Bare B G. Tratamiento de pacientes con infección por VIH y SIDA. En: Brunner y Suddarth. Enfemeria Medico quirúrgica. Vol II. 10ªEd. México D.F.: McGraw-Hill Interamericana; 2007: 1704-1736
Me he inclinado nuevamente por la bibliografía de este libro ya que está muy completo y es actual.

El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) está causado  por el VIH  (Virus de la inmunodeficiencia humana) y puede ser VIH-1 y VIH-2.
En todos los ambientes, la enfermera encuentra a personas con este padecimiento, de modo que necesitan entender el trastorno, conocer las consecuencias físicas y psicológicas relacionadas con su diagnostico y contar con habilidades expertas de valoración y tratamiento clínico para proporcionar una atención óptima a quienes padecen infección por VIH. Debido a que el SIDA se identifico por primera vez hace más de 20 años, los progresos han sido notables en cuanto a calidad y duración de la vida de las personas con infección por VIH.
La mayoría de las personas con VIH/SIDA han participado en conductas de alto riesgo como las siguientes:
-Uso de drogas inyectadas o intravenosas
-Relaciones sexuales con individuos afectados (varones y mujeres)
-Personas que reciben sangre o hemoderivados contaminados con VIH
-Niños nacidos de madres infectadas con VIH
Hasta que no se desarrolle una vacuna eficaz, la prevención de la infección por VIH consiste en eliminar o reducir las conductas de riesgo. Los esfuerzos de prevención primaria por medio de programas educativos eficaces son vitales para el control y la prevención; el VIH no se transmite por contacto casual.
La asistencia de enfermería para personas con SIDA implica graves dificultades debido a la posibilidad de que cualquier sistema orgánico puede ser blanco de infecciones. Además, este síndrome se complica por muchas cuestiones emocionales, sociales y éticas. El plan asistencial de pacientes con SIDA se individualiza para satisfacer las necesidades del interesado.
Las enfermeras de cualquier hospital pueden ser llamadas para atender a pacientes con infección por VIH, y al hacerlo, se enfrentaran no solo a los retos físicos de esta epidemia, sino también a muchas preocupaciones emocionales y éticas, las cuales incluyen temor al contagio, responsabilidad de proporcionar los cuidados, aclaración de valores, confidencialidad, etapas de desarrollo de los pacientes y quienes los cuidan y pronósticos desfavorables.

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